El arquitecto Daniel Libeskind, que ha ideado las nuevas torres para el “ground zero” de Nueva York, está mundialmente conocido. Su obra maestra, concebida para el Museo Judío de Berlín, es uno de los edificios más visitados y apreciados de la ciudad.

El museo presenta una exposición excelente sobre la historia del pueblo judío en Alemania. Desde sus orígenes por el siglo IV hasta nuestros días, es una historia antigua y muy rica de casi 1.700 años – lo que explica la razón por qué un gran número de judíos tengan un apellido alemán. Los judíos que han vivido en Berlín han marcado la ciudad, algunas familias tomaron un papel importante en el desarrollo de la ciudad. Por lo general, las relaciones entre los alemanes cristianos y los judíos eran pacíficas, hasta el alza del antisemitismo y sus horribles consecuencias. Los años del nacionalsocialismo, cuando la población judía de Berlín disminuyó de 170.000 personas a tan sólo 6.000 sobrevivientes al final de la guerra, igualmente son tema de la exposición.

¡Este museo es de visita obligatoria!

Así se llamaba el antiguo paso de frontera entre el sector americano y el soviético, que dividía la céntrica Friedrichstraße en dos partes. Tras la caída del muro iban desapareciendo el muro y otros vestigios de aquella época. Gracias a la iniciativa de Rainer Hildebrandt y su mujer fue fundado un centro para mantener viva la memoria de la construcción del muro y sus terribles consecuencias: El Haus am Checkpoint Charlie con el Museo del Muro.

Aparte de cierto detalle comercial que a los berlineses pueda parecer de mal gusto, hay que reconocer el buen trabajo conmemorativo del museo Ofrece una exposición comprometida de muchos testimonios y objetos originales ilustrando la historia de las huídas y otros acontecimientos de la historia del muro. Hay también una parte dedicada a las iniciativas de paz en todo el mundo y los derechos fundamentales.

Para los que quieran profundizar el tema de la historia alemana del
siglo XX, ofrecemos dos visitas que pueden reservar desde su casa o directamente en Berlín.

En el terreno de la “Topografía del terror” y sus alrededores inmediatos se encontraban las centrales del las organizaciones principales del sistema represivo de la dictadura nacionalsocialista. Entre 1933 y 1945, desde estas calles en las proximidades de la nueva cancillería de Hitler, fueron dirigidos, entre otros, los servicios secretos, la SS y la Gestapo.

Las ruinas de algunos edificios se han conservado para que jamás se repita tal barbarie. En los sótanos donde torturaban a los presos (vea la foto) hay una exposición sobre la historia de estos lugares. Aquí se planificó la organización de la “germanización” y de la exterminción en masa.

De otra época, hay a lo largo de la Niederkirchnerstraße un resto del muro berlinés.

Ofrecemos una visita guiada de la historia de Berlín y Alemania desde el imperio prusiano hasta nuestros días.

El Museo de historia alemana se reparte entre dos edificios. En el antiguo arsenal, de 1705, se enseñará la exposición permanente, a partir de 2006. La otra parte se encuentra en el nuevo anejo, construído por Li Ming Pei, y se dedica a exposiciones temporales sobre temas relacionadas con la historia alemana o la historia europea del siglo XX.

Para más información sobre las exposiciones actuales vea en nuestra página “actualidades culturales”.

El castillo de Charlottenburg es la residencia más grande que ha sido conservada de las de la estirpe de los Hohenzollern, y uno de los pocos monumentos prusianos en la parte antiguamente oeste de la ciudad. Hoy resulta difícil imaginar que, hasta finales del siglo XIX, la ciudad de Berlín no llegaba más allá de la Puerta de Brandeburgo. Charlottenburg era una ciudad independiente, que debía su nombre y su existencia al castillo.

Sobre el año 1700, se construyó en un entorno rural el castillo original, aún llamado Lietzenburg. Tras la muerte de la reina Sofía Carlota le fue puesto el nombre actual y su marido Federico I mandó ampliarlo. Bajo el reino de Federico II otra parte fue añadida.

En 1943, el castillo sufrió graves daños en los bombardeos. Después de terminar la guerra, casi habría sido derribado, pero finalmente se acordó reconstruirlo.

Vale la pena tomarse el tiempo para la visita del castillo y los jardines barrocos Recomendamos visitar la parte central con las cámaras de Sofía Carlota y Federico I, así como el ala construída por el arquitecto Knobelsdorff para Federico II, el Grande.

Fue el último museo construído en la isla del río Spree (1910-1930) y es el más frecuentado de todos los museos de Berlín – ¡y con buena razón!
Bajo un mismo techo se encuentran reunidas algunas de las más bellas colecciones del mundo como el museo de antigüedades, el museo de Próximo Oriente y el museo de arte islámico. Destacan tesoros arqueológicos como el altar de Pérgamo y la puerta de Ishtar.

Un viaje por el tiempo que abarca 6.000 años descubriendo las grandes culturas del mundo.

El Museo Antiguo, construído en 1830 por el famoso arquitecto Karl Friedrich Schinkel, era el primero de los cinco museos ubicados en la isla de los museos que goza de fama internacional y fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1999.

La colección de antigüedades está repartida entre el Pergamonmuseum y el Altes Museum cuya prioridad está en el arte y las ánforas de la antigua Grecia. La colección de joyas es espectacular.

En el centro del museo hay una magnífica rotonda sostenida por 20 columnas corintias inspirada en Panteón de Roma.

El centro de museos etnográficos de Dahlem comprende varias secciones. Los más importantes son:

El museo indio
El museo etnológico
El museo de culturas europeas

Los objetos presentados provienen de colecciones iniciadas desde el siglo XIX, época en la que el interés en las culturas lejanas, tanto popular como académico, aumentó enormemente. Aunque los museos de Dahlem están un poco más alejados del centro, de todos modos merecen la visita.

La temática de las colecciones es muy amplia, por lo que le recomendamos informarse en la página web de los museos de Berlín:

Una vez más, Berlín ofrece una exposición de fama internacional, en el caso de la Gemäldegalerie, dedicada a pintura europea del siglo XIII al XVIII.
La colección, reunida durante varios siglos por los Hohenzollern, originalmente se hallaba en el Altes Museum, edificio construído por Schinkel para este fin.

Después de la 2ª guerra mundial, las obras estaban diseminadas por diferentes lugares. Desde 1997, la colección otra vez “reunificada” – como el país – se encuentra en un nuevo museo, erigido por los arquitectos Hilmer y Sattler, en el foro de cultura (Kulturforum). El edificio tiene 72 salas con una superficie total de 7 000 m² lo que corresponde a casi dos kilómetros de

Impulsado por de la asamblea nacional de Francfort de 1848, un movimiento de artistas patriotas exigió la fundación de un museo dedicado al arte alemán. Así que se construyó este museo entre 1866 y 1876 según los planes de Friedrich August Stüler, alumno de Schinkel. La estatua en la escalinata representa al rey Federico Guillermo IV.

La galería alberga cuadros de los períodos del realismo, del impresionismo y de la época romántica .
Entre los pintores representados están los alemanes Menzel y Liebermann así como los franceses Monet, Cezanne, Renoir y Manet. También se encuentran allí obras de escultores tan famosos como Schadow y Rodin.

Este museo presenta la época del modernismo, del arte “nouveau” y del funcionalismo (1889-1939). Sus colecciones comprenden obras maestras de procedencia internacional, integrando tanto el arte decorativo como las Bellas Artes.

Los objeto de arte están expuestos en un conjunto de amueblamiento creando de este modo la atmósfera íntima de una casa particular. Selectos ejemplos de vidrio, metal, cerámica y porcelana se combinan con muebles, tapices, lámparas, pinturas y estampas. Inpirada por una idea básica de aquel período, la exposición pone de relieve la equivalencia de los diferentes géneros de arte y artesanía.

Desde 1994, el museo Bröhan forma parte de los “Museo Estatales de Berlín”. Con sus notables colecciones ocupa un rango importante, tanto en la ciudad de Berlín como a nivel internacional.

En 1905, empezó en Dresde la historia de un grupo de artistas conocido bajo el nombre de “Die Brücke” (“el puente”). Los miembros fundadores fueron Ernst Ludwig Kirchner, Fritz Bleyl, Karl Schmidt-Rottluff y Erich Heckel, más tarde entraron Emil Nolde y Max Pechstein.

Inspirados del impresionismo, luego del cubismo, los pintores del Brücke eran, hasta su disolución en 1912, los promotores del expresionismo alemán, junto con el grupo munichés “Der blauer Reiter”.

El museo, inaugurado en 1967, está situado al borde del bosque Grünewald, en un edificio sobrio/sencillo del arquitecto Werner Düttmann, y pese a sus reducidas dimensiones goza de una gran fama por su colección.

El comerciante y coleccionista de arte Heinz Berggruen de orígen berlinés (nacido en 1914) es una figura notoria en el mundo del arte moderno.

Después de abandonar Alemania en 1936, llegá a ser conservador adjunto del museo de San Francisco en Estados Unidos. Tras la guerra, se comprometió por la rehabilitación del “arte degenerado” – el arte moderno difamado en Alemania durante la época nacionalsocialista. Trabajando para la UNESCO, abrió una galería en París, lo que hizó que estuviera cada vez más conocido.

Hasta el día de hoy, Berggruen ha contribuído a muchos proyectos, como el del museo de Berlín al que ha donado una colección extraordinaria.

La célebre colección “Picasso y su época” cuenta con numeroses cuadros del gran pintor español y pintores contemporáneos, entre ellos obras maestras como “El jersey amarillo” (1939), “Guitarra y periódico” (1926) y “Cabeza de Fernande” (1909). Otro atractivo del museo es una colección de 60 cuadros de Paul Klee abarcando los años de 1917 a 1940.

Desde la inauguración del museo en 1996, más obras han sido adquiridas, de Cézanne, Klee, Braque, Giacometti y de Van Gogh (“El Jardín en otoño”).

Construído según planes del fundador de la Bauhaus, Walter Gropius, el centro de investigación y museo “Bauhaus” es la referencia para este movimiento creativo de los años 20.

Originalmente, los archivos se encontraban en Darmstadt y fueron trasladados a Berlín en 1971.

La Bauhaus era más que una escuela de arquitectura – era una teoría artística que tenía adeptos como los pintores Kandinsky y Klee. La meta que se había puesto la Bauhaus era acercar los artes aplicados y las Bellas Artes. A unos pasos del museo hay una obra maestra del famoso arquitecto Mies van der Rohe, también miembro de la Bauhaus: la nueva galería nacional (vea abajo).

Las exposiciones permanentes y temporales presentan el conjunto de campos creativos que cubría la Bauhaus como mobiliario, arquitectura, fotografía, Bellas Artes, etc.

El edificio moderno del arquitecto Mies van der Rohe, uno de los directores de la Bauhaus, alberga desde 1968 una colección de obras de pintores del siglo XX, como Kirchner, Picasso, Klee, Dix, Dalí o Miró. El conjunto también ofrece la oportunidad de conocer las diferentes escuelas de arte moderno: el expresionismo alemán,el cubismo, el surrealismo, etc.

De 1846 a 1884 fue la estación terminal de la línea Hamburgo-Berlín y desde 1996 es el nuevo museo de arte contemporáneo despues de haber sido renovado por el arquitecto alemán Joseph Paul Kleihues. También expone sobre 10000 m² diseño, música, video y artes plásticas de los últimos decenios.